Hace un par de días mantenía una conversación que derivó en mil temas, algo muy común cuando se juntan sólo chicas. Uno de los puntos más interesantes fue sobre los Idols japoneses. Luego de comparar favoritos, intercambiar canciones y opiniones de tal o cual grupo, terminamos comentando que estos personajes tienen fecha de caducidad, concluimos que dicha caducidad es comparable (en tiempo) con la del yogurt, destapado y sin refrigerar.
El ejemplo más fiel, lo representa el Hello! Project. Que viene siendo algo como un catálogo de Idols, entre grupos y solistas. De donde (ocasionalmente) sale buen material, pero cuya fama no dura demasiado (salvo contadas excepciones).
Estos idols se mantienen en el ámbito artístico, a lo sumo, cuatro o cinco años mientras se casan o deciden estudiar una carrera, para luego desaparecer por completo de la escena pública. No así los grupos, de donde entran y salen integrantes hasta que las ventas disminuyan, el más vivo ejemplo es Morning Musume, que siguen vigentes desde el año 1997, pero que utilizan un sistema de graduación, donde las chicas que se van haciendo mayores, son reeplazadas y pueden decidir si continuar su carrera en solitario, incursionar en el cine o la TV, unirse a otro grupo o simplemente retirarse de la palestra.
La conversación cambió de rumbo y dejamos el tema hasta ahí. Sin embargo, quedé pensando que de este lado del globo, sucede algo similar a simple vista, con pequeñas variantes.
Por ejemplo, pasé un mes durmiendo en la habitación de mis primas pequeñas, por cierto, el aire acondicionado no se apaga salvo casos de extrema necesidad (con suerte, un apagón).
Al despertar en las mañanas, después de descongelarme, podía desperezarme en la cama mientras observaba la puerta, pared y closet empapelados con afiches alusivos a cierto grupo de pop híper famoso.
No puedo más que pensar que el tener una compañía discográfica y patrocinantes que gastan mucho en lograr que millones de adolescentes desayunen, almuercen y cenen con la imagen de estos modelos tatuados en sus cerebros, es la única manera de llegar al público, obtener premios y lograr vivir bien de la música.
Normalmente este tipo de agrupación dura a los sumo unos 5 álbum, a veces menos. Quizás resulte aburrido si todo se obtiene tan fácilmente. Lo que viene después es de lo más predecible. Luego de obtener fama y dinero, optan por el retiro. Anuncian con bombos y platillos su separación (siempre en los mejores términos, aunque luego se saquen los trapitos sucios) con gira mundial de despedida que incluye el merchandise que da miedo y millones de fans destrozados emocionalmente porque se quedan sin razones para vivir, hasta que aparezca un nuevo grupo que les anime a no cortarse las venas.
Quizás uno de cada cinco integrantes logre destacar y volverse famoso(a) en base a su talento. Pero del resto, nadie vuelve a saber de estos personajes. Aunque, pasado un tiempo anuncien un "reencuentro" y se armen tremenda gira mundial. Para que los fans puedan volver a admirar a sus otrora ídolos, que para ese momento no serán más que figuras en decadencia.
Una semana antes de regresar a casa, me topé con la “sorpresa” de que mis primas estaban cambiado todos sus afiches de aquella banda pop (luego de enterarse de su separación) por una variada selección de idols occidentales. Me alegra que ese par de pre adolescentes se tome la vida con esa filosofía, supongo que la industria actual no sólo crea idols, ahora también generan fans con fecha de caducidad, que se olvidan muy fácilmente de sus pasiones y las reemplazan por otras.
El ejemplo más fiel, lo representa el Hello! Project. Que viene siendo algo como un catálogo de Idols, entre grupos y solistas. De donde (ocasionalmente) sale buen material, pero cuya fama no dura demasiado (salvo contadas excepciones).
Estos idols se mantienen en el ámbito artístico, a lo sumo, cuatro o cinco años mientras se casan o deciden estudiar una carrera, para luego desaparecer por completo de la escena pública. No así los grupos, de donde entran y salen integrantes hasta que las ventas disminuyan, el más vivo ejemplo es Morning Musume, que siguen vigentes desde el año 1997, pero que utilizan un sistema de graduación, donde las chicas que se van haciendo mayores, son reeplazadas y pueden decidir si continuar su carrera en solitario, incursionar en el cine o la TV, unirse a otro grupo o simplemente retirarse de la palestra.
La conversación cambió de rumbo y dejamos el tema hasta ahí. Sin embargo, quedé pensando que de este lado del globo, sucede algo similar a simple vista, con pequeñas variantes.
Por ejemplo, pasé un mes durmiendo en la habitación de mis primas pequeñas, por cierto, el aire acondicionado no se apaga salvo casos de extrema necesidad (con suerte, un apagón).
Al despertar en las mañanas, después de descongelarme, podía desperezarme en la cama mientras observaba la puerta, pared y closet empapelados con afiches alusivos a cierto grupo de pop híper famoso.
No puedo más que pensar que el tener una compañía discográfica y patrocinantes que gastan mucho en lograr que millones de adolescentes desayunen, almuercen y cenen con la imagen de estos modelos tatuados en sus cerebros, es la única manera de llegar al público, obtener premios y lograr vivir bien de la música.
Normalmente este tipo de agrupación dura a los sumo unos 5 álbum, a veces menos. Quizás resulte aburrido si todo se obtiene tan fácilmente. Lo que viene después es de lo más predecible. Luego de obtener fama y dinero, optan por el retiro. Anuncian con bombos y platillos su separación (siempre en los mejores términos, aunque luego se saquen los trapitos sucios) con gira mundial de despedida que incluye el merchandise que da miedo y millones de fans destrozados emocionalmente porque se quedan sin razones para vivir, hasta que aparezca un nuevo grupo que les anime a no cortarse las venas.
Quizás uno de cada cinco integrantes logre destacar y volverse famoso(a) en base a su talento. Pero del resto, nadie vuelve a saber de estos personajes. Aunque, pasado un tiempo anuncien un "reencuentro" y se armen tremenda gira mundial. Para que los fans puedan volver a admirar a sus otrora ídolos, que para ese momento no serán más que figuras en decadencia.
Una semana antes de regresar a casa, me topé con la “sorpresa” de que mis primas estaban cambiado todos sus afiches de aquella banda pop (luego de enterarse de su separación) por una variada selección de idols occidentales. Me alegra que ese par de pre adolescentes se tome la vida con esa filosofía, supongo que la industria actual no sólo crea idols, ahora también generan fans con fecha de caducidad, que se olvidan muy fácilmente de sus pasiones y las reemplazan por otras.
3 comentarios:
aguante nightwish carajo!
y carl orff XDD
Es que generalmente hay pocas cosas que duren tanto, ya sea porque su calidad coincide con lo que en ese momento la mayoría pide, aunque siempre estan aquellos que se quedan con la banda pase de moda o no.
Elotro dia hablaba con una amiga de los Beatles, que son de esos que nunca mueren por mas viejos que sean.
Influyen varios factores, el público al que se dirige el grupo o artista, el talento, la pasión y amor por lo que se hace, específicamente el artículo se refiere a los "idols" que vienen siendo artistas que primero se venden como imagen y luego como producto musical.
Y sí, los beatles nunca moriran ^^ también hay otras bandas que ya son historia y con años de trayectoria, aerosmith, the rolling stone, metallica, U2, garbage, ... Pero ellos son otro estilo. Están digamos, en otro estrato :)
Gracias por el comentario ^^
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