"Por muchas noches en blanco que una dedique a pensar en su biografía sentimental. La verdad, es que encontrará pocas soluciones. Podrás parchear tal o cual relación. Pero al final, volverá a pasar lo de siempre; que de un momento a otro saltará en pedazos, como tantas otras veces, porque uno es como es y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien. Es casi un combate perdido de antemano. Así, que lo mejor que nos podría pasar es que las relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad, como los yogures, así sabríamos de antemano cuál es la fecha del final y no perderíamos el tiempo en inseguridades, sospechas y discusiones. Nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo. Aunque, si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad es que nos permite seguir soñando con que esta vez sí, ese yogurt, pueda conservarse para siempre."
Pepa Miranda
Y es una reflexión que parece de la vida misma, a pesar de haberla pronunciado un personaje ficticio.
2 comentarios:
loca, desaparecen las letras de tu blog, tengo que senalizarlas para leerlas.
es buenisimo eso jajajaja
cuando vi la imagen me dije "esta puso una reseta en su blog" ajajajaja no.
No creo que sea tan así, creo que en las relaciones se puede aprender muchísimo del otro y el otro muchísimo de uno. De este modo comezamos a unirnos y a la vez entendernos, y eso mismo hace que uno aprenda las cosas que le hacen bien a los dos y asi visceversa. De este modo las relaciones son fructíferas y por otro lado terminamos amoldádonos ( y no uso la palabra de modo peyorativo sino del modo más positivo que pueda haber) al otro.
Y por otro lado creo que siempre que uno se enamora se cree que es "para siempre" aunque finalmente no sea así, creo que es hermoso sentirlo de ese modo. Por esto mismo, no me gustaría saber de ninguna fecha de caducidad, porque viviríamos así tratando de realizar el sueño de tener un compañero para toda la vida.
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